

El recorrido de Elle como profesora de fitness profesional, bloguera y modelo inspiradora para mujeres de todo el mundo, comenzó sobre tres ruedas, no sobre dos. Cuando era joven y creció en Barbados, donde empezó a andar en triciclo y, a la edad de 12 años, después de que su familia se mudara al Reino Unido, consiguió su primera bicicleta de dos ruedas. Cuando era adolescente, saboreó lo que era la libertad en una bicicleta, una forma de moverte de un lugar a otro, socializar con amigos y explorar. Como adulta, Elle no se dio cuenta enseguida de que la bici ofrecía mucho más que un simple modo de transporte para desplazarte de un sitio a otro, hasta que un amigo le hizo descubrir el ciclismo en pista. Esta fue la puerta de entrada para que Elle explorara todo lo que el ciclismo tenía para ofrecerle y todo lo que ella podía aportarle al deporte.
Toda su carrera se ha centrado en la motivación de los demás para moverse, la investigación y el intercambio de sus conocimientos. Una vez que se lanzó en el ciclismo, se puso a explorar con entusiasmo su nueva pasión, y se sumergió rápidamente para aprender todo lo que pudiera sobre este deporte y compartirlo con los demás.
Comenzó a hacer una crónica de sus aventuras en las redes sociales y se formó y entrenó para convertirse en líder de ciclismo femenino con British Cycling; lo que le brindó la oportunidad de realizar rutas en grupo, lecciones de conducción y construir un espacio seguro e inclusivo para desarrollarse como ciclista.
Cuanto más Elle se sumergía en el ciclismo, más evidente se le hacía la falta de representación de mujeres, y mujeres de color. Se dió cuenta de que para muchos miembros de la comunidad ciclista, la representación y la diversidad dentro del deporte no era un problema, porque no podían verlo. Fue en este preciso momento que tomó la decisión deliberada de ser un modelo a seguir visible, de usar su plataforma para ser una aliada necesaria para aquellas menos visibles y alentar a otras mujeres y niñas a andar en bicicleta.
Elle se sumergió por completo en la comunidad del ciclismo y comenzó a identificar los obstáculos que impiden que más mujeres ingresen al deporte. Creó recursos en línea para que las mujeres hicieran preguntas y se conectaran entre ellas, se convirtió en embajadora de Liv y comenzó a liderar salidas de mujeres en grupo desde su tienda local de bicicletas, Giant Loughton. Este compromiso con la comunidad no solo motivó a mujeres, sino que también ayudó a Elle en sus responsabilidades y la motivó a salir por la puerta.
El mayor desafío de Elle siempre ha sido "querer" moverse y tener ese sentimiento de logro que te provocan las endorfinas. La parte del medio es la más difícil: ponerse el equipo, ponerse los zapatos y salir por la puerta. Una vez que está ahí fuera, ya todo es fácil. La responsabilidad, ser parte de un equipo, tener compañeros de entrenamiento y establecer eventos de objetivos, ha ayudado a Elle a mantener la coherencia en su formación, seguir motivada y arrastrar a las otras en su andadura.
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