Tomar la decisión de comenzar a entrenar para tu primer triatlón puede ser intimidante. La buena noticia es que, si bien los primeros pasos pueden ser los más difíciles, una vez que cojas el ritmo de entrenamiento, te sentirás más fuerte día tras día. Aquí te damos 7 consejos rápidos para ayudarte a realizar tu primer triatlón:
El primer paso, que puede parecer una tontería, es tomar la decisión de empezar. Fíjate un objetivo y cuéntaselo a alguien. Ya sea a un buen amigo o a un familiar, ¡Incluso, pídele a esta persona que se implique en tu entrenamiento para motivarte! Ya sea que te acompañe a correr, montar en bici, nadar o simplemente escuchándote relatar tus logros o derrotas. De esta manera, tu objetivo se convierte en un compromiso, no solo en un sueño.

Conéctate a Internet y busca un triatlón para incluirlo en su agenda del próximo año. Puede ser un triatlón virtual, un triatlón sprint cerca de tu casa o incluso un triatlón "de destino" en un lugar al que quieras viajar (una vez que se levanten las restricciones de Covid-19). Una vez que te hayas decidido por una carrera para la que, idealmente, faltan más de seis semanas, ¡Apúntate! Lanzarse en una carrerea puede ser una gran fuente de motivación. Comenzar con un triatlón sprint es una excelente manera de familiarizarse con el entrenamiento y la competición.
Cuando eres nueva en un deporte, es difícil saber por dónde empezar. ¡Y con el triatlón hay muchas más cosas que tener en cuenta ya que estás practicando tres deportes a la vez! No intentes hacerlo solo. Hay muchos recursos en línea para ayudarte a comenzar. Es posible que desees encontrar un entrenador. Las salidas organizadas en las tiendas de bicicletas locales también son una excelente manera de comenzar y conectarse con otras ciclistas. ¡O haz clic aquí para ver nuestro plan de entrenamiento de triatlón para principiantes!

Date el tiempo necesario para prepararte. Si nunca has corrido una carrera de 5 km, no puedes levantarte del sofá y correr una en una hora. Incluso si eres atlética por naturaleza, corres el riesgo de lesiones y de sobre-entrenamiento.
¡Persevera! Cuando te saltas un día de entrenamiento, es mucho más probable que te inventes excusas para saltarte los siguientes.

Se constante, pero no seas demasiado dura contigo misma. Si estás cansada o tienes los músculos doloridos, a veces es mejor tomarse un día libre o darte un pequeño paseo y volver a entrenar al día siguiente.
Prueba una siesta corta de 20 minutos después de un duro entrenamiento. Cuando duermes, tus células musculares se recuperaran y tu sistema inmunológico se fortalece. Intenta incorporar una siesta corta en tu programa de entrenamiento, o al menos dormir durante toda la noche.
